¿Para qué sirven las vitaminas?

Las vitaminas son sustancias imprescindibles para la vida, necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Gracias a ellas se asegura el crecimiento y desarrollo, así como el buen funcionamiento a nivel celular. Hay 13 vitaminas esenciales, necesarias para el funcionamiento fisiológico adecuado.

Sabemos que las vitaminas son necesarias y buenas para nosotros, pero, ¿Para qué sirve cada una de ellas? ¿Cuál es la cantidad saludable? ¿Con qué alimentos podemos conseguirlas? ¿Es bueno suplementarlas? Hoy aprenderemos un poco más sobre cada una de ellas.

¿Qué tipos de vitaminas existen? Podemos clasificar las vitaminas en dos grupos:

  • Hidrosolubles.
  • Liposolubles.

Las vitaminas se pueden consegir mediante la ingesta de alimentos y también mediante suplementación. Veamos un pequeño resumen de para qué sirve cada una de ellas y como podemos obtenerlas…

Vitaminas Hidrosolubles

Las vitaminas hidrosolubles se disuelven en agua. Estas vitaminas son la vitamina C y las vitaminas del grupo B. Al contrario de las liposolubles, las vitaminas hidrosolubles no se almacenan en el cuerpo, y lo que sobra se elimina mediante la orina. Al no poder ser almacenadas, estas vitaminas deben ser incorporadas diariamente.

Vitamina C

La vitamina C (ácido ascórbico) ayuda al cuerpo a absober el hierro, así como a mantener los tejidos, los dientes y las encías saludables. También influye en el proceso de cicatrización de las heridas.

Puede obtenerse en alimentos como las naranjas, pimientos, col rizada, kiwi, fresas, grosellas…

vitamina c

Esta vitamina se utiliza también en forma de sérum aplicado en la piel. El sérum de vitamina C se utiliza en belleza para aportar luminosidad a la piel, reducir las manchas y ayudar a mejorar su elasticidad.

Vitaminas del grupo B

Las vitaminas del grupo B son ocho y contribuyen al buen funcionamiento celular. La vitamina B 12, junto con otras vitaminas de este mismo grupo, contribuye al buen funcionamiento del metabolismo y del sistema nervioso central, así como a la formación de glóbulos rojos. La deficiencia de vitamina B6 y B12 puede ocasionar anemia.

Se puede obtener de alimentos ricos en proteínas como el huevo, los lácteos el pescado y la carne. También de algunos vegetales de hoja verde.

Junto con la vitamina C, las vitaminas del complejo B son las mejores vitaminas para el cansancio.

Vitaminas liposolubles

Vitaminas liposolubles son aquellas que se disuelven en grasas. Estas vitaminas se pueden almacenar en el cuerpo (en el hígado y en los tejidos grasos) y son la vitamina A, vitamina D, vitamina E y vitamina K.

Vitamina A

La vitamina A contribuye en la formación y mantenimiento de tejidos óseos, así como de membranas musosas y piel.

Se puede encontrar en alimentos como el huevo, el queso o pescado grasos, leche y verduras como espinacas, pimientos o zanahorias. También es posible encontrarla en frutas como la papaya, el albaricoque o el mango.

Vitamina D, la vitamina del sol

La vitamina D es conocida también como «vitamina del sol». El cuerpo es capaz de producir vitamina D mediante la exposición a la luz solar.

Recibir luz solar es importante, ya que es muy difícil conseguir vitamina D únicamente de la alimentación. Gracias a esta vitamina el cuerpo puede absorver el calcio, necesario para dientes y huesos. La Vitamina D3 se utiliza como suplemento para aquellas personas que no pueden conseguir toda la vitamina D necesaria.

vitamina de sol

Esta vitamina se puede obtener, además del sol, de alimentos como las carnes rojas, pescados grasos o la yema del huevo.

Vitamina E, antioxidante

La vitamina E es conocida por ser un potente antioxidante. También es capaz de estimular el sistema inmunológico, reducir el daño producido por los radicales libres y retrasr el proceso de envejecimiento celular, entre otros beneficios.

Se puede obtener de frutas y verduras, así como de frutos secos como las nueces.

Vitamina K, anticoagulante

La vitamina K es necesaria para la salud ósea y también para una correcta coagulación de la sangre.

Esta vitamina se puede obtener de muchos alimentos, como las verduras de hoja verde (espinacas, brócoli, lechuga), también de la carne, huevos, soja y frutas como los arándanos.

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